jueves, mayo 17, 2012

Hablando sobre Pulgarcito...

Hace un par de meses me hicieron una entrevista respecto a mi trabajo en Pulgarcito. Salió publicada en varios periódicos de Castilla y León, en la revista Osaka. Aquí os la dejo por si queréis leerla. Me han cambiado textos (sin consultarme, la verdad) y algunas frases cambian el sentido que yo quería darle, pero el original lo he transcrito abajo.




  • ¿Cómo se es ilustrador y no morir en el intento?
Considero que ser ilustrador es un privilegio. Poder trabajar en algo que te llena tanto debería celebrarse. Es complicado mantener horarios que no sean caóticos y como buen autónomo es difícil planificarse porque nunca sabes cuánto vas a cobrar. Pero este oficio, como cualquier labor creativa, cuenta con multitud de gratificaciones personales.

  • Hay cierta tendencia actualmente de que las novelas o los libros que no van dirigidos a un público infantil cuenten o dispongan también de dibujos, ¿qué valor añadido aporta un ejemplar adulto con ilustraciones?
Se asocian las ilustraciones a los niños porque  muchos adultos entienden que solo están ahí para hacer más amenos los libros a los pequeños. Y una vez que crecen y saben leer con fluidez se les explica que ya no las necesitan. Pero ilustrar no consiste en decorar un libro o amenizarlo. Es crear  una narración paralela que enriquece la historia hasta lograr que sea casi indivisible, que no se pueda entender una parte sin la otra. Nadie se plantea el porqué de las ilustraciones de prensa ¿Las viñetas de el Roto serían lo mismo si solo contasen con un texto? Una buena ilustración  hace crecer la historia y la enriquece con nuevos matices.

  • ¿Cree que la mayoría de las novelas deberían contar con este apoyo suplementario?
¿Sería obligatorio que un buen cuadro contara con un texto que lo acompañase? ¿Una novela debería adjuntar siempre en sus páginas ilustraciones?  Son formas diferentes de afrontar un proyecto artístico, todas igual de válidas.

  • La imagen vale más que mil palabras, dicen, ¿cree que un libro adulto con dibujos menguaría de alguna forma el texto?
Depende, hay ilustraciones que dan una visón más plana de la historia. No plantean nuevos mundos, si no que repiten los ya establecidos por el texto. Cuando no aportan nada y solo son elementos meramente explicativos las ilustraciones únicamente entorpecen una obra literaria.

  • ¿Cómo se imbuye el dibujante en la historia que tiene que narrar? En este caso en ‘Pulgarcito’
En Pulgarcito hay dos visiones que debían ser contempladas. Por un lado bucear en la narración oral, entenderla, comprender porqué ese cuento ha permanecido en la historia durante siglos. Vislumbrar qué es lo que ha fascinado a tantas generaciones para que se conserve a lo largo del tiempo y llegue a nuestros libros.

Por otro, debes atender a tus voces, encontrar ese punto de unión entre el texto original y tus sentimientos y vivencias. Escuchar a tu niño interior, tus mundos y tus imágenes. Dejar que esas emociones y recuerdos encuentren un ritmo de baile que sepa indicar los pasos adecuados a los acordes establecidos por el texto y el autor original.

  • El caso de Pulgarcito es especial porque primero nacieron las imágenes y luego la narración.
Sí, eso no es frecuente, aunque en esta colección de libros en realidad cuentas con una narración previa, un cuento tradicional.

Es complicado porque es el ilustrador el que introduce su historia para que luego el escritor encuentre un camino entre lo que a él le gustaría comunicar y lo que el ilustrador previamente ha transmitido. Esa tarea normalmente sucede al revés, así que los escritores deben ponerse en el papel de los ilustradores y viceversa, y no siempre resulta fácil ni cómodo. Pero creo que es un reto interesante.

  • Usted misma se pregunta cómo hacer tuyo un cuento clásico.
Para hacer propio un cuento clásico uno debe bucear en su inconsciente y sus emociones más internas. Los cuentos clásicos tienen algo que fascina y horripila a la vez. Trabajan con el subconsciente, con emociones que funcionan en niveles que apenas percibimos y que además se asocian a cuestiones negativas, como el odio, el miedo, la ira, la venganza, el dolor por ser abandonado... Emociones que se les niega a los niños, porque consideramos que solo deben ver un lado positivo de la vida, pero que ellos igualmente vivencian. Los cuentos clásicos les facilitan caminos para encontrarse con ese inconsciente prohibido. Les redime de sus pensamientos y emociones negativas, como una pequeña catarsis. En un primer momento lo normal es rechazar el cuento clásico, están llenos de violencia que no queremos ofrecer a nuestros hijos. Desearíamos que ellos jamás viviesen ni pasasen por momentos dolorosos en su vida. Pero no es real ni adecuado, no podemos ni debemos protegerles de estos sentimientos, y la fantasía es un modo perfecto para poder trabajar con ellos.

  • Recuerda cuándo leyó el cuento o, quizá la época en la que le leyeron el cuento? 
Conocí al de Pulgarcito de Perrault ya de adulta. Y en un primer momento lo que sentí fue rechazo. Que abandonasen a los niños, que el ogro se comiese a sus hijas. Necesité un tiempo de reflexión para comprender este cuento.

  • ¿Le fue difícil expresar ciertos sentimientos sobre el papel?
Sí y no. Por un lado me divirtió recuperar sentimientos que pertenecían a mi infancia y con los que conectaba fácilmente. Por otro tendía a dulcificar todo aquello, y no era lo que pretendía. Así que me senté y escribí textos para intentar recuperar aquellas sentimientos de soledad y miedo que durante tanto tiempo habían estado escondidos.

  • ¿Qué quería transmitir a los niños en ‘Purgarcito’?
Quise contar mi experiencia, mostrar que hay baches en la vida, que podemos encontrarnos ogros que nos hacen daño, pero que todo puede superarse. Que uno, enfrentándose a sus miedos, vence a los monstruos, a sus monstruos.

  • ¿Qué es más ‘fácil’ dibujar para mayores o para pequeños?
Hasta ahora solo he trabajado con textos para niños. Imagino que tienes que conectar con emociones y partes de tu yo muy diferentes. Mi yo adulto, aunque tiene espacios en común, es distinto a mi yo niño. Es como si estuvieses contemplando un paisaje y lo describieses. Al girar un poco la mirada observarías algo diferente, tu visión cambiaría. Es el mismo espacio pero tus ojos se detienen en otros lugares. Cuando transmites una historia sucede igual. Un mismo cuadro ofrece multitud de visiones diferentes, todo depende de cómo lo observes. Citando a Proust “El verdadero viaje del descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos

  • ¿Los dibujos son o pueden ser también autobiográficos?
Sí, igual que cualquier obra artística. Todas cuentan con algo en común y es la visión personal de quien las realiza. En cualquier obra el autor, de algún modo, siempre habla de sí mismo.

  • ¿Qué proyectos tiene ahora en su mesa de dibujo?
Varios libros encargados por editoriales, un par de proyectos con autores, ilustraciones para la parte infantil de un hospital nuevo en Madrid, obras para un par de exposiciones colectivas y un montón de ideas inacabadas.


1 comentario:

  1. Qué entrevista más deliciosa. La verdad es que uno se reconcilia con el mundo cuando ve que no está sólo en medio de sus ensoñaciones, aspiraciones, "cosas de niños"...
    Te he leído y creo que voy a intentarlo con todas mis fuerzas, sí.
    Un besazo.

    ResponderEliminar